Con el tiempo, es posible que el ordenador pueda acabar funcionando cada vez más lento. A veces el problema es simplemente que hay algún malware instalado o demasiadas aplicaciones que se ejecutan al inicio y tienes que quitar, pero otras veces son ordenadores ya viejos en los que cualquier ahorro de recursos puede marcar la diferencia. Nuestros consejos intentan cubrir todos estos supuestos.